11 pautas para prevenir un ictus cerebral
El ictus es una enfermedad que afecta al cerebro produciendo hemorragias o infartos. Esto se produce por coágulos de sangre que taponan las arterias haciendo que la circulación de la misma no llegue correctamente al cerebro. Como vimos en la entrada anterior sobre la importancia de una pronta rehabilitación después de sufrir un ictus, hoy vamos a tratar sobre los puntos a seguir para reducir lo máximo posible la probabilidad de sufrir un ictus.
Los dos pasos fundamentales que ayudan a prevenir un accidente cerebrovascular son el seguimiento y el control de los factores de riesgos que citamos a continuación:
Hacer ejercicio físico regularmente
Cuando realizamos ejercicio físico de forma continuada, estamos ayudando a que la sangre circule de forma fluida por todo nuestro organismo. Cuando la sangre circula de forma fluida, estamos evitando la formación de coágulos y una posible obstrucción en arterias y venas. Cuando se producen dichas obstrucciones próximas al cerebro, se produce lo que denominamos ictus cerebral.
Los ejercicios más indicamos para llevar a cabo una correcta prevención son los que intervienen todas las articulaciones. Entre estos ejercicios, los más importantes son correr, caminar, montar en bici, nadar… y todos los ejercicios aeróbicos, siempre realizados de forma suave y en función de las limitaciones de cada persona.
Controlar la tensión arterial habitualmente
La hipertensión es la fuerza ejercida por la sangre en las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea. Ésta es la primera causa de los accidentes cerebrovascular y por ello es tan importante su vigilancia.
Mantener los niveles de la tensión arterial entre parámetros habituales hace que las posibilidades de sufrir un ictus sean mínimas, al igual que las enfermedades cardiovasculares.
Evitar el tabaco
Fumar es una de las primeras causas para padecer un ictus, debido a que la nicotina y otros componentes del tabaco generan placas de colesterol en las arterias, obstruyendo las mismas.
"La nicotina y otros componentes del tabaco generan placas de colesterol en las arterias, obstruyendo las mismas."
Fumar es perjudicial para la salud, pero en el caso del ictus aumenta las posibilidades de padecerlo drásticamente. Una recomendación para evitar un ictus es dejar el tabaco y eliminar en la mayoría de lo posible las efectos negativos proporcionados por el tabaco. Para ello, necesitamos llevar un hábito de vida muy saludable y evitar todo tipo de sustancias tóxicas.
Vigilar los niveles de glucosa y diabetes
La glucosa es necesaria para el organismo pero en grandes cantidades puede debilitar las arterias y algunos órganos. Para que esto no ocurra se necesita una ingesta baja en azúcares para reducir las posibilidades de padecer un infarto cerebral.
La diabetes, además de reducir la capacidad del páncreas para producir insulina, afecta a los vasos sanguíneos, haciendo que la probabilidad de sufrir un ictus se eleve. Esto hace que los vasos sanguíneos se vean muy debilitados y necesitan de unas revisiones periódicas.
Evitar el consumo de bebidas con alcohol
El consumo de alcohol, especialmente de forma excesiva, es perjudicial para la salud. El consumo de sustancias alcohólicas puede producir hipertensión y enfermedades cardiovasculares. No obstante, tomar una copa de vino de forma ocasional, es antioxidante y mejora el sistema circulatorio.
Llevar una dieta saludable
Una dieta baja en grasas y azúcares es una gran opción para mantener el organismo sano. De esta forma, se puede llevar una vida más saludable y que permita realizar ejercicio físico sin ningún tipo de problema.
La dieta mediterránea es un buen ejemplo de dieta sana y equilibrada. Compuesta por elementos frescos y naturales, el organismo tiene la ventaja de digerirlo con mayor facilidad. Esto es debido a la baja cantidad de ácidos grasos saturados y su riqueza en antioxidantes, lo que conlleva a la eliminación de colesterol malo, diabetes y sufrir obesidad.
Vigilar la fibrilación auricular
La fibrilación auricular pueden producir hipertensión y tromboembolismos cardiacos. Esto puede desembocar en enfermedades más graves y accidentes cerebrovascular o ictus.
Las enfermedades cardiovasculares son complicadas de detectar. Para ello lo es recomendable llevar unas revisiones periódicas y si los niveles no están entre los correctos no dejarlas pasar y buscar la forma de volver a estabilizarlos para evitar posibles sustos.
Evitar el estrés y las situaciones de presión
Disminuir el estrés lo máximo posible conlleva a tener una vida más tranquila y sin sobresaltos. Esto hace que el sistema cardiovascular pueda llevar un ritmo constante y relajado, disminuyendo los momentos de agobio y sensación de falta de aire.
Para conseguir que el estrés desaparezca puede ser necesario la ayuda de un psicólogo y muchas horas de ayuda profesional. Con esto conseguiremos que las circunstancias se perciban desde otra perspectiva y la resolución más evidente al no trabajar bajo presión y estrés.
Mejorar la reserva cognitiva
Realizar tareas que requieran de conocimientos nuevos o de poner en práctica conocimientos casi olvidados hace que el cerebro trabaje más y lo haga más fuerte frente a las posibles secuelas después de padecer un ictus. Es lo que se conoce como reserva cognitiva.
"La tarea más recomendable para potenciar el cerebro es el aprendizaje de nuevos idiomas."
Algunas de las opciones más eficaces para aumentar la reserva cognitiva son tareas sencillas como escribir un diario o realizar tareas manuales. La tarea más recomendable para potenciar el cerebro es el aprendizaje de nuevos idiomas.
Conocer los niveles de colesterol negativo
El colesterol negativo es la principal causa de creación de placas arteroesclerótica. Esto favorece la aparición de coágulos en las arterias procedentes del corazón al cerebro.
La regulación de colesterol se centra en la realización de ejercicio físico y una dieta variada junto un bajo contenido en grasas. No obstante, el colesterol es necesario para el organismo y no perjudicial, siempre dentro de los niveles correctos.
En ocasiones un colesterol bajo también puede ser síntoma de una mala salud arterial. Los cambios bruscos en los niveles de colesterol son altamente peligrosos para la prevención de un ictus cerebral. Esto provoca coágulos indeseados en cualquier parte del organismo pudiendo desplazarse hasta el cerebro, lo cual se traduce en una infarto cerebral.
Prestar atención a los antecedentes que sufrieron un ictus
Los siguientes factores no son modificables pero siempre es conveniente prestar atención a las causas que puedan incrementar la posibilidad de sufrir un ictus. Para ello debemos conocer nuestra procedencia y las características de nuestros antepasados.
El ictus no es una enfermedad hereditaria aunque algunos de los principales factores de riesgos si pueden ser de procedencia genética. El caso más común es la hipertensión arterial. Esto puede proceder de forma genética por lo cual se necesita estar mucho más pendiente a ese factor de riesgo y tener los niveles controlados. Para ello se debe practicar técnicas que hagan que la probabilidad disminuya.
- Edad: La edad es un factor que va en aumento con el paso de los años. La probabilidad de sufrir un ictus se incrementa notablemente a partir de los 55 años y esto se va duplicando por cada década. Para intentar minimizar las posibilidades, la mayoría de especialistas recomienda no cambiar los hábitos con la edad y realizar las actividades que son más sanas y ayudan al organismo, sin tener que sufrir un gran cambio.
- Sexo: Es otro factor invariable y no afecta por igual. En este caso, los hombre tienen mayor probabilidad de sufrir un ictus aunque la probabilidad de salir ileso también es mayor. Esto es debido a que los ictus en el género masculino se suele dar a una temprana edad.
- Etnia y procedencia: La procedencia de un individuo también hace que las probabilidades cambian. Esto se debe a la herencia genética de muchos años y puede ser beneficioso o negativo. En este caso los que menor probabilidad de sufrir ictus tienen son los caucásicos y los grupos de procedencia nórdica.